COMENTARIO DEL VI DOMINGO DE PASCUA
Comentario inicial
Queridos hermanos y hermanas, con alegría nos reunimos para celebrar este 6º Domingo del Tiempo de Pascua, en medio del Jubileo de la Esperanza que vivimos como Iglesia. La eucaristía de hoy es aún más especial: festejamos el Jubileo de los Niños. Ellos, con su alegría y su fe sencilla, nos enseñan a confiar, a esperar y a vivir con el corazón abierto; son un reflejo de la esperanza que renueva el mundo. Por eso, vivamos esta celebración comunitaria con espíritu agradecido, dejándonos tocar por la presencia viva del Señor y dispuestos a caminar con más fe, amor y alegría. Nos ponemos de pie y comenzamos cantando.
Comentario a las lecturas
Hoy la Palabra de Dios nos anima a caminar con esperanza y confianza. En la primera lectura, vemos cómo la Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, toma decisiones con sabiduría y busca siempre el bien de todos, sin imponer cargas innecesarias. El salmo nos invita a alabar al Señor porque Él nunca abandona a quienes confían en su amor. En la segunda lectura, el Apocalipsis nos regala una imagen hermosa: la ciudad santa, llena de luz, donde Dios habita con su pueblo.
Y en el Evangelio, Jesús nos recuerda que quien lo ama guarda su Palabra, y que Él y el Padre hacen morada en el corazón de quienes lo escuchan. Esta Palabra viva nos sostiene y nos impulsa a seguir adelante, confiando en que Dios está siempre con nosotros, guiándonos con amor y esperanza. Escuchemos con atención.
Oración de fieles
Presidente: Hermanos, unidos en la alegría del Jubileo de la Esperanza y del Jubileo de los Niños, presentemos al Señor nuestras súplicas, confiando en su misericordia y amor.
R// Te rogamos, óyenos.
1. Por la Iglesia, para que, guiada por el Espíritu Santo, sea signo de unidad y esperanza para todos los pueblos, y especialmente para los niños que hoy celebran su Jubileo. Te rogamos, óyenos.
2. Por los líderes y gobernantes del mundo, para que busquen el bien común y trabajen por la justicia, la paz y la libertad de todos, especialmente de los más pequeños y vulnerables. Te rogamos, óyenos.
3. Por las familias, para que sean escuelas de amor, fe y esperanza, y en ellas los niños crezcan con seguridad y alegría en el camino de Dios. Te rogamos, óyenos.
4. Por los niños y jóvenes de nuestra comunidad, para que descubran en Jesús la fuente de su fuerza y alegría, y que siempre encuentren en la Iglesia un hogar que los acompaña. Te rogamos, óyenos.
5. Por todos nosotros aquí reunidos, para que la Palabra que hemos escuchado fortalezca nuestra fe y nos ayude a vivir con esperanza y amor, siendo testigos del Reino de Dios en el mundo. Te rogamos, óyenos.
Presidente: Dios nuestro, fuente de toda vida y esperanza, escucha las súplicas de tu pueblo y concédenos vivir siempre en comunión contigo y entre nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor. R: Amén.
Fuente: www.smsantiagoapostol.com
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