COMENTARIOS DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
COMENTARIO INICIAL
Hermanos y hermanas, con alegría nos reunimos para celebrar la solemnidad de la Ascensión del Señor. Jesús, el Resucitado, es llevado al cielo y entra en la gloria del Padre, llevando consigo nuestra humanidad. Este misterio llena de esperanza nuestro caminar: Cristo, que ha vivido entre nosotros, continúa guiando a su Iglesia desde lo alto y permanece presente en la vida de quienes creen en Él. Al comenzar esta Santa Eucaristía, dispongamos el corazón para acoger su presencia viva y renovadora, y dejémonos llenar por la alegría de sabernos llamados a compartir su vida gloriosa.
COMENTARIO A LAS LECTURAS
Las lecturas de este día nos ayudan a comprender la alegría y la esperanza que encierra la Ascensión del Señor. El profeta Sofonías anuncia que Dios está en medio de su pueblo, salvando, renovando y alegrándose con él. San Pablo nos invita a vivir ese amor de Dios con gestos concretos: con sencillez, generosidad y fraternidad. Y el Evangelio nos presenta a Jesús resucitado que, antes de subir al cielo, envía a sus discípulos a continuar su misión, asegurándoles que estará con ellos siempre. Al escuchar estas lecturas, abramos el corazón para acoger esta presencia viva del Señor, que nos consuela, nos envía y camina con nosotros.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Presidente: Confiados en el Señor que ascendió al cielo para preparar un lugar para nosotros, elevemos nuestras súplicas, respondiendo con fe y esperanza:
R// Oh, Señor, escucha y ten piedad.
- Por la Iglesia, para que guiada por el Espíritu Santo, continúe siendo luz y testimonio del amor de Cristo resucitado en el mundo. Oremos al Señor.
- Por los gobernantes y autoridades, para que promuevan la justicia, la paz y el respeto a la dignidad de toda persona. Oremos al Señor.
- Por quienes sufren, los enfermos, los solitarios y los que atraviesan dificultades, para que sientan el consuelo y la fuerza del Señor. Oremos al Señor.
- Por las familias, los abuelos y todos los mayores que celebran el jubileo este año, para que experimenten la alegría y el amor de Dios en su vida cotidiana. Oremos al Señor.
- Por todos nosotros, reunidos en esta Eucaristía, para que renovemos nuestro compromiso de ser testigos del Evangelio, llevando esperanza y amor a quienes nos rodean. Oremos al Señor.
Presidente: Dios nuestro, que nos llamas a vivir en esperanza y alegría, escucha nuestras súplicas y fortalece nuestra fe para que, con el corazón abierto, cumplamos tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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