Comentarios domingo 29° del Tiempo ordinario (Jornada Mundial de las Misiones)

MONICIÓN INICIAL

Queridos hermanos y hermanas, hoy celebramos el Domingo Mundial de las Misiones, una jornada en la que toda la Iglesia reaviva su deseo de anunciar el Evangelio con alegría y valentía. Cada uno de nosotros, desde el lugar donde vive y sirve, participa en esta gran misión de amor que nace del corazón de Cristo. Participemos con gratitud y esperanza, sabiendo que cada misa nos envía nuevamente al mundo como testigos del Señor.

MONICIÓN A LAS LECTURAS

Las lecturas de hoy nos presentan tres caminos que se unen en una misma enseñanza: la perseverancia. En el Éxodo, el pueblo vence cuando Moisés mantiene sus manos elevadas. San Pablo recuerda a Timoteo que la fidelidad a la Palabra forma y fortalece al creyente. Y en el Evangelio, Jesús enseña los efectos de orar insistentemente. Así, la Palabra de este domingo nos invita a orar sin cansarnos, a mantenernos firmes en la fe y a confiar en el Señor que nunca abandona a los suyos.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Presidente: Hermanos y hermanas, confiados en el poder de la oración perseverante, presentemos al Señor nuestras súplicas, pidiendo que su gracia fortalezca la fe y la misión de toda la Iglesia. Respondamos con esperanza:

R. Escucha, Señor, nuestra oración.

1. Por la Iglesia universal: para que, guiada por el Espíritu Santo, anuncie con alegría el Evangelio en todo el mundo y dé testimonio del amor de Cristo en medio de los pueblos. R.
2. Por los que rigen el destino de las naciones: para que promuevan la justicia, la paz y el respeto a la dignidad de toda persona humana. R.
3. Por la Jornada Mundial de las Misiones: para que crezca en todos los bautizados el ardor misionero y surjan nuevas vocaciones dispuestas a entregar la vida al servicio del Evangelio. R.
4. Por nuestra comunidad parroquial: para que la Eucaristía fortalezca nuestra fe y nos impulse a ser testigos del Señor en nuestros hogares, trabajos y ambientes. R.

Presidente: Padre bueno, escucha las súplicas de tu pueblo que confía en ti. Que la oración constante y la misión de cada creyente hagan visible tu Reino en medio del mundo. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.