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BOLETÍN INFORMATIVO. EDICIÓN 2.

 BOLETÍN INFORMATIVO SEMINARIO MAYOR SANTIAGO APÓSTOL

Conoce las últimas novedades del seminario de la Diócesis de Fontibón:

ORACIÓN MARIANA POR LA PAZ DE COLOMBIA Y SANTA EUCARISTÍA

El pasado 6 de febrero, el Seminario Mayor Santiago Apóstol celebró una significativa oración mariana por la paz en Colombia, con especial énfasis en la región del Catatumbo. En este acto, cada seminarista presentó una vela a la Santísima Virgen María de la Candelaria, pidiendo su intercesión para el fin de la violencia que azota esta zona, además de elevar sus oraciones por las demás necesidades que enfrentan las comunidades en este apartado y muchas veces olvidado rincón de nuestra patria. Esta actividad se enmarca dentro de los actos marianos, un espacio espiritual donde los seminaristas profundizan en su relación con la Virgen María, como guía y madre de esperanza.


Tras este momento de oración, el P. Pedro, rector del seminario, presidió la Santa Misa, que además, recordaba la memoria de San Pablo Miki y sus compañeros mártires. Durante la homilía, el P. Pedro abordó varios puntos importantes:

La violencia en Colombia y la memoria personal: recordó cómo Colombia ha estado marcada por la sangre durante los últimos 60 años, no solo en las zonas rurales, sino también en las urbanas. Relató su propia experiencia como vicario en Ciudad Bolívar, una localidad plagada de migrantes y violencia, similar a lo que hoy se vive en el Catatumbo. Describió esta violencia como un sufrimiento sin sentido, caracterizado por la ausencia de justicia, paz y reconciliación.

La difícil tarea de hablar de esperanza: en un contexto como el actual, subrayó que hablar de esperanza no es sencillo. Para transmitirla, es fundamental sensibilizarse con el dolor ajeno, comprender el sufrimiento de las víctimas, y estar convencidos de que la esperanza es posible, incluso en medio de la tragedia.

El llamado de Dios en tiempos de violencia: a pesar de los hechos violentos, el P. Pedro afirmó que Dios sigue llamando a su pueblo, invitándonos a ser luz y esperanza, como lo hicieron San Pablo Miki y sus compañeros mártires, que dieron su vida por la fe en medio de la persecución.

No perder el ánimo: finalmente, el P. Pedro recomendó no perder la esperanza, a pesar de las tristes noticias que nos llegan del país. Confiados en la intercesión de la Virgen María, concluyó su homilía pidiendo a la Madre de la Esperanza que guíe a todos los colombianos hacia la paz y la reconciliación.

Es importante resaltar que un futuro presbítero no puede ni debe ser ajeno a los signos de los tiempos ni a las realidades que afectan la vida de las personas. En este sentido, ser testigos de luz y esperanza implica tener un compromiso firme con la realidad del país, al igual que María, Madre de la Esperanza.



ENTREVISTA AL P. GERARDO ROJAS CON MOTIVO DE LA XXXIII JORNADA MUNDIAL DE LOS ENFERMOS


La XXXIII Jornada Mundial del Enfermo, celebrada cada 11 de febrero, tiene sus raíces en la primera edición de 1992, con el lema “Acompañar el sufrimiento”. Esta fecha simboliza la voluntad de ponerse al servicio de los demás, especialmente en momentos de dolor y enfermedad, y se asocia con la memoria de la Virgen de Lourdes, cuya devoción evoca tanto la sanación espiritual como física de los peregrinos que se acercan a su santuario. Este año, en 2025, el Papa Francisco inauguró la jornada con las siguientes palabras:

“Celebramos la XXXIII Jornada Mundial del Enfermo en el Año Jubilar 2025, en el que la Iglesia nos invita a hacernos ‘peregrinos de esperanza’. En esto nos acompaña la Palabra de Dios que, por medio de san Pablo, nos da un gran mensaje de aliento: ‘La esperanza no defrauda’ (Rm 5,5), es más, nos hace fuertes en la tribulación”.

En este contexto, el Seminario Mayor Santiago Apóstol no permanece ajeno a este llamado evangélico y de la Iglesia, sino que se dedica a sensibilizar a los futuros presbíteros en la pastoral de salud, la vulnerabilidad humana, y especialmente en la unción de los enfermos. Por ello, hemos tenido el privilegio de entrevistaral P. Gerardo Rojas, director espiritual del seminario, quien nos comparte su experiencia en esta misión sacerdotal de acompañar y sostener espiritualmente a los enfermos:

 ¿Qué significado tiene para usted como sacerdote acompañar a los enfermos en su dolor y sufrimiento?

“Para mí, asumir la vida vivida en la práctica de la caridad, celebrar el sacramento de la unción de los enfermos, es formar el corazón en el amor de Cristo. Es a través de esta práctica donde el mismo Señor me permite moldear mi corazón en el servicio y la caridad hacia los hermanos, especialmente a los más necesitados. Para mí, es una gracia celebrar este sacramento y poder acercarme a aquellos que atraviesan momentos de sufrimiento.”

Cuando visita a un enfermo, ¿qué es lo que más trata de transmitirles a través de la oración y el acompañamiento? ¿Cómo puede una visita de un familiar o amigo hacer una diferencia en la vida de una persona enferma?

“Mi principal intención al visitar a un enfermo es transmitirle el amor de Dios a través de la persona de Jesús. Un amor que se hace cercano al sufrimiento, un Dios que acompaña, anima, consuela y sana. Acompañar significa saber llegar al paciente y a su familia, estar cerca de ellos, especialmente en los momentos de sufrimiento, y esmerarme por estar presente en el momento indicado. Animar es ofrecer esperanza a través de la oración, porque cada palabra que se expresa en el ritual de los enfermos, cuando se lleva con una actitud orante y con fe, resuena en el corazón del enfermo y de su familia, alentándolos a no perder la esperanza y a confiar en el Señor. Consolar es importante, pues lo que más agobia a muchos enfermos es la soledad y la desesperación por su situación. Algunos llegan a pensar que su sufrimiento es un castigo por sus pecados, y es en esos momentos cuando el sacerdote, como buen pastor, debe acudir a ellos, para darles consuelo. Finalmente, sanar, porque la fe del sacerdote y su dedicación a su apostolado son claves para que el Señor realice su obra de misericordia en esas visitas.”

En su experiencia, ¿cómo puede la Virgen de Lourdes interceder por la sanación o el consuelo de los enfermos?

“La Santísima Virgen María tiene un papel fundamental en la vida de sus hijos, especialmente en aquellos que atraviesan momentos críticos, como es el caso de la enfermedad. Cuando se pierde la fuerza física, lo que también se ve gravemente afectado es la esperanza en el corazón. En esos momentos, la Virgen María viene a nuestro encuentro como buena madre, para sostenernos con su amor, fortalecer nuestro espíritu con su presencia, y encender en nosotros una nueva esperanza. Ella nos enseña a poner nuestra vida en manos de Dios, confiando en su voluntad, aunque a veces no entendamos el sufrimiento que estamos viviendo.”

¿Por qué es importante que un futuro sacerdote conozca la pastoral de la salud?

“Es fundamental que un futuro sacerdote conozca la pastoral de salud porque la atención al enfermo es, ante todo, un proceso que se vive en la práctica de la caridad. El amor, tal como el Señor nos ama, debe ser experimentado a través de la paciencia, la escucha, el acompañamiento y la disposición. Sin embargo, este amor exige un proceso de conversión personal, pues las demandas del mundo moderno a menudo nos empujan a la superficialidad y a la prisa, lo que puede dificultar la dedicación necesaria para un acompañamiento adecuado. Un sacerdote debe prepararse profundamente para atender de manera excelente y adecuada a los enfermos, para que su servicio sea verdaderamente un reflejo del amor de Cristo.”

En este orden de ideas, la XXXIII Jornada Mundial del Enfermo nos recuerda la importancia de acompañar a los que sufren, de ser testigos de la esperanza y de la caridad, tal como lo expresó el Papa Francisco en su mensaje: “aquellos que asisten a los que sufren, en este Jubileo, tenemos más que nunca un rol especial. El caminar juntos, en efecto, es un signo para todo, ‘un himno a la dignidad humana, un canto de esperanza’ (Bula Spes non confundit, 11), cuya voz va mucho más allá de las habitaciones y las camas de los sanatorios donde se encuentren, estimulando y animando en la caridad ‘el concierto de la sociedad’, en una armonía a veces difícil de realizar, pero precisamente por eso, muy dulce y fuerte, capaz de llevar luz y calor allí donde más se necesita”.

FELIZ ANIVERSARIO SACERDOTAL

P. HUMBERTO TORO, FORMADOR EXTERNO DEL SEMINARIO: 20 DE FEBRERO.


 


FELIZ CUMPLEAÑOS

P. NORBERTO PALOMINO, FORMADOR EXTERNO: 7 DE FEBRERO.



P. OLEGARIO GARAY, VICERRECTOR: 8 DE FEBRERO.


Boletín informativo, 2 edición: por smsantiagoapostol







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