COMENTARIOS DEL QUINTO DOMINGO DE CUARESMA
Monición de Entrada:
Queridos hermanos y hermanas, en este quinto domingo de Cuaresma nos reunimos con alegría para celebrar la Santa Eucaristía. La liturgia nos invita, como a la mujer del Evangelio, a acercarnos a Jesús con humildad y arrepentimiento. Él no viene a condenar, sino a abrazarnos con su misericordia. Es el médico divino que sana nuestras heridas, consuela el corazón y renueva la esperanza. Conscientes de su amor, participemos con fe y gratitud, sabiendo que en Cristo hallamos la gracia que transforma la vida y nos prepara para los misterios de su pasión, muerte y resurrección.
Monición lecturas:
La Palabra de Dios hoy nos conduce al profeta Isaías, quien anuncia el retorno de los israelitas desde el exilio en Babilonia como un nuevo éxodo. Dios, fiel a su alianza, abre un camino en el desierto para que su pueblo pueda atravesarlo con facilidad y seguridad, manifestando así su amor y su poder salvador. En la Carta a los Filipenses, san Pablo subraya con fuerza el valor supremo del conocimiento de Jesucristo, al que considera más importante que cualquier otra riqueza o mérito personal. Finalmente, el Evangelio nos presenta el encuentro de Jesús con los escribas y fariseos, quienes le llevan a una mujer sorprendida en flagrante adulterio. El Señor nos exhorta a la misericordia y nos advierte contra la tentación de juzgar y condenar a los demás, recordándonos que todos somos necesitados de la gracia y el perdón de Dios.
Oración de Fieles
Presidente: Confiados en la infinita misericordia de Dios, que nos invita a transformar nuestros corazones para vivir la fiesta de la pascua. Dirijamos nuestras suplicas diciendo:
R/ Perdónanos y escúchanos, Señor.
- Por el Papa, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que, animados por el Espíritu Santo, acompañen al pueblo de Dios con celo y sabiduría en este camino de renovación. Roguemos al Señor.
- Por quienes tienen en sus manos la responsabilidad de gobernar, y por todos los que trabajan por un mundo más justo, para que promuevan caminos de unidad, respeto y auténtico bien común. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos, quienes viven el dolor en silencio o atraviesan momentos de soledad, para que, en este Jubileo dedicado a ellos, encuentren en Cristo alivio interior y en la comunidad cristiana un abrazo fraterno. Roguemos al Señor.
- Por médicos, personal de enfermería, cuidadores y todos los que entregan su vida al servicio de la salud, para que sean sostenidos en su vocación y se mantengan siempre disponibles para ser signos vivos de compasión. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, para que esta celebración jubilar despierte en el corazón el deseo sincero de volver al Señor y nos impulse a vivir con fidelidad los misterios de su pasión, muerte y resurrección. Roguemos al Señor.
Presidente: Escucha, Padre, las suplicas que confiados te hemos presentado, reaviva nuestra esperanza y haznos testigos incondicionales de tu amor. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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